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lunes, 11 de octubre de 2010

Con motivo del centenario... Florencio Sánchez

   Nació el 17 de enero de 1875, en Montevideo.
   Luego de cumplir los estudios primarios y dejar incompletos los secundarios su patria, Florencio fue empleado gubernativo y periodista. Integra un cuadro escénico de aficionados, cruza el Plata en varias ocasiones hasta que, por su condición de ''blanco'', participa en su país en la revolución que, 1897, se levanta contra el presidente Juan Idiarte. Consternado por el clima que lo rodeaba a raíz del levantamiento, deserta y pasa al Brasil. Luego retorna a Montevideo, donde toma contacto con el Centro Internacional de Estudios Sociales, cuyo lema libertario era '' El individuo libre en la comunidad libre''. Allí dicta conferencias con ardoroso fervor anárquico e interviene en el cuadro teatral de la institución. A ese tiempo pertenece un scherzo incisivo que titula Puertas adentro.
Sigue su labor periodística. Se traslada a Rosario y se hace cargo de la Secretaría de Redacción de La República, diario que dirigía Lisandro de la Torre.
   En el año 1900 se instala en Buenos Aires, donde sigue cumpliendo su quehacer periodístico y colaborando en la revista Alborada de Montevideo. Al año siguiente retorna a Rosario, participando, en el movimiento sindical. El diario se convierte en una tribuna de protesta obrera, y en 1902, al adherir a una huelga de gráficos que se produce por entonces, el nuevo dueño del diario, lo despide.
Intenta entonces estrenar La gente honesta, sainetes de costumbres.
Sánchez funda con otros camaradas La Epoca, y, en edición extraordinaria, publica La obra.
La relaciones con la familia de su novia, Catalina Raventos, Catita, entrerriana nacida en 1872, se habían vuelto tensas a raíz de que no se lograba la concreción de la boda.
Florencio Sánchez era amigo de Joaquín de Vedia (1877, 1936), crítico teatral del diario Tribuna y a él le llevó los originales de M'hijo el dotor, la obra que acababa de escribir. De Vedia fue a verlo a Ezequiel Soria, quien en esos momentos ejercía la dirección del elenco de Jerónimo Podesta, leyó la obra y la puso inmediatamente en ensayo.
El tema y su desarrollo provocaron vivas polémicas que popularizaron aún más el nombre de Sánchez. Ese mismo año, 1903, se casó con Catita. José Ingenieros y Joaquín de Vedia fueron sus padrinos.
   Al año siguiente estrena tres obra nuevas: Cédulas de San Juan; La pobre gente, comedia en dos actos, y La gringa. En esta última Sánchez expresa, su honda esperanza en el porvenir a través de la pareja humana. Capta con exactitud la transformación que estaba operándose en nuestros campos para dar cabida, juntamente con el hombre criollo de a caballo, al labrador gringo.
   Año excepcional, 1905 fue un año memorable para nuestro teatro. Sánchez, por su parte, presenta un sainete pintoresco, Mano Santa, y tres obras proncipalísimas de su dramática. Estas son: En familia, reflejo amargo de la descomposición de un hogar típico de la clase media.
   El sueño del viaje a Europa en 1906 ya en pleno apogeo de su fama, Sánchez estrena El conventillo, Zarzuela en un acto, y El desalojo, sainete de igual extensión, realiza variaciones dentro de una misma temática de la pobreza. Y pensando en producciones con una caracterología y formulación más universales que pudieran ser llevadas a su ansiado viaje a Europa, escribe El pasado, Nuestros hijos y Los derechos de la salud.
   Mientras sigue ilusionado con ese viaje a Europa ofrece seis piezas breves: Los curdas, La tigra, El cacique Lichuelo, Un buen negocio, Marta Gruni y moneda falsa. De todas ellas es necesario destacar en el Teatro Apolo, pues se trata de un sainete perfectamente estructurado.
   El viaje a la celebridad consigue por fin el ansiado pasaje para viajar a Europa, y el 25 de setiembre de 1909 se embarca como comisionado oficial del presidente uruguayo, doctor Claudio Williman. Llega a Europa; desde Génova al ser revisado le diagnostican una bronquitis con serias proyecciones sobre el pulmón izquierdo.
Viaja a Suiza, por prescripción médica, debe descender en Milán e internarse en el hospital Fate Bene Fratilli, fallece en la madrugada del 7 de noviembre de 1910. Apenas tenía 35 años y ya era ''celebre''.
   Importancia de su obra: Era un dramaturgo nato que había logrado articular de manera perfecta, su posición ideológica disconformista, y por ello revolucionaria, con su segundo instinto teatral.
El género chico y el sainete porteño:
El sainete es un género que posee rancio abolengo dentro de la historia más vital del teatro español.
   Lo desdeñaron autores como: Cervantes, Lope de Vega, Calderón, Tirso.
Añade al sainete algunos de los componentes líricos y se produce así, como consecuencia de un hecho político económico.
   Una variante escénica barata y cómoda, que habría de llamarse ''Género chico'', con el propósito de diferenciarlo del otro teatro que pretendía integrar el ''Género grande''; el primero era habitualmente divertido y atrayente; el segundo podía resultar mucho más serio, artísticamente hablando, pero fatigado y aburrido.
   El género chico obtuvo aceptación en todos los escenarios de España, y no sólo entre los públicos más populares.

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